El cerebro, como todos los órganos del cuerpo, también acusa el paso de los años, por lo que no debemos olvidarnos de cuidarlo y entrenarlo cada día. Con ello, conseguiremos aumentar la reserva cognitiva o nuestro capital mental. Cuanto mayor sean nuestras capacidades cognitivas, mejor ayudarán a compensar los efectos dañinos, tanto los ocasionados por el propio envejecimiento, como las posibles alteraciones cerebrales causadas por enfermedades neurodegenerativas.
Afirmar que la reserva cognitiva actúa como un antídoto para prevenir enfermedades cerebrales, no es correcto, ni tampoco es cierto que evite el envejecimiento neuronal, pero sí que es un factor que contribuye a retrasar el posible deterioro cognitivo, promoviendo una red neuronal más resistente.
Una de las principales claves para favorecer la salud cerebral es, sin duda, mantenernos cognitivamente activos a lo largo de toda la vida. Siempre se está a tiempo de empezar.
Lo más importante para poder entrenar nuestro cerebro, es mantener estimulada nuestra mente con actividades que nos supongan pequeños retos y esfuerzos.
En general, todo lo que implique un cambio, un desafío, un aprendizaje para el cerebro es fundamental para seguir desarrollándose y mantener las capacidades. Evitar en lo posible que el cerebro se acostumbre a estímulos monótonos y limitados porque aprende atajos y no se estimula. Hay que enfrentarse a novedades, cambiando el tipo de actividad que realizamos, estimular varias zonas cerebrales y aumentar progresivamente la complejidad de las actividades.
Si te preguntas, ¿Y eso cómo se hace?
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Practicar ejercicios de gimnasia cerebral resulta muy beneficioso, ya que cuando el cerebro está ocupado en un nuevo aprendizaje o en una experiencia nueva, la comunicación entre las neuronas implicadas se ve reforzada, creándose nuevas conexiones neuronales, mejorando el funcionamiento cerebral y contribuyendo a aumentar la reserva cognitiva.
Estos ejercicios activan la mente y el cuerpo, y su objetivo es lograr la coordinación, integración y equilibrio entre los dos hemisferios que conforman al cerebro, y son los encargados de procesar la información con eficacia y rapidez.
Ello se traducirá en la mejora de:
- Capacidad visual, auditiva, táctil y de concienciación corporal.
- Concentración y focalización
- Coordinación física y equilibrio.
- Comprensión lectora y lenguaje.
- Relajación, motivación, desarrollo personal y manejo del estrés.
Recuerda:
Una persona que ejercita su cerebro diariamente aumenta su reserva cerebral, y este incremento actúa como protector del deterioro cognitivo.
La práctica de ejercicios de gimnasia cerebral, consiste en hacer movimientos corporales sencillos con diferentes partes del cuerpo, integrando las habilidades cognitivas junto con las destrezas motrices, todo ello en forma de actividades y o juegos, que rompan con la rutina y que sirvan para activar zonas cerebrales que son poco utilizadas o que han permanecido casi “dormidas”. De esta manera, y con la práctica regular de los ejercicios, que irán aumentando en dificultad o sumando nuevos retos, conseguirás estar más activo tanto a nivel mental como físico y, lo mejor de todo, es que te divertirás en el proceso.