El bienestar emocional es el estado de ánimo caracterizado por sentirse bien, en armonía y tranquilidad, a gusto con uno mismo y con el mundo que nos rodea, conscientes de nuestras propias capacidades y limitaciones para afrontar las tensiones normales de la vida de manera equilibrada.
Para lograr bienestar emocional necesitamos encontrar un balance en todos los aspectos de nuestra vida: física, mental, emocional y espiritual. El bienestar es la habilidad de poder disfrutar de la vida y a la vez de afrontar los problemas cotidianos que nos van surgiendo, ya sea tomando decisiones, lidiando y adaptándose a situaciones difíciles o dialogando acerca de nuestras necesidades y deseos.
¿Estoy bien? ¿Tengo episodios de ansiedad frecuentes? ¿Sufro estrés a menudo? Preguntas que no nos solemos hacer porque no prestamos la atención ni le damos la importancia que se merece nuestro bienestar mental. Debemos aprender a conocernos mejor, dado que es una necesidad cada día mayor, tener control de las emociones, ya que nos impulsan a la acción.
El bienestar emocional en todas las etapas de la vida, también en la vejez, es fundamental para conseguir una buena calidad de vida. Un estudio realizado por la Universidad de Cornell (Estados Unidos) determina que las emociones positivas son un fuerte protector contra el estrés, el dolor y la enfermedad en la vejez. Pero las ventajas de mantener una actitud sana, y optimista no solo es bueno para las personas mayores, sino que es necesario para lograr llegar a la vejez en buen estado de salud. Las emociones positivas ayudan a su vez ayudar a superar el estrés, a aumentar nuestra salud física y a mejorar nuestra propia capacidad de concentración y de reflexión.
¿QUIERES CONOCER LOS FACTORES QUE INFLUYEN EN EL ESTADO ANÍMICO?
EL CUARTETO DE LA FELICIDAD
El «Cuarteto de la Felicidad» es un término que se ha utilizado para referirse a un grupo de cuatro hormonas que influyen en el bienestar y la felicidad. Estas hormonas desempeñan un papel importante en la regulación del estado de ánimo y la sensación de bienestar. Las cuatro hormonas que componen este cuarteto son:
• Serotonina: La serotonina es una hormona y neurotransmisor que regula el estado de ánimo y la estabilidad emocional. Niveles adecuados de serotonina están asociados con la sensación de bienestar y felicidad. La falta de serotonina se ha relacionado con trastornos del estado de ánimo, como la depresión. Mantener un equilibrio óptimo de serotonina es esencial para el bienestar emocional.
• Dopamina: La dopamina es la hormona de la recompensa y la motivación. Se libera cuando experimentas placer, logras una meta o recibes una recompensa. La dopamina juega un papel fundamental en la sensación de placer y en la motivación para buscar recompensas. Aumentar los niveles de dopamina puede estar relacionado con la satisfacción y la felicidad.
• Oxitocina: La oxitocina se conoce como la «hormona del amor» o la «hormona del abrazo». Se libera durante las interacciones sociales positivas, como el contacto físico, los abrazos y los momentos de intimidad. Fomenta la conexión emocional entre las personas y contribuye a relaciones más cercanas y satisfactorias.
• Endorfinas: Las endorfinas son neurotransmisores que funcionan como analgésicos naturales y generan una sensación de euforia y bienestar. Se liberan en respuesta al estrés, el dolor y el ejercicio físico intenso. Las endorfinas pueden inducir una sensación de alivio del dolor y placer, lo que a menudo se conoce como una «subida de endorfinas.»
Estas cuatro hormonas interactúan y se complementan entre sí para influir en el bienestar emocional y la felicidad de una persona. Mantener un equilibrio adecuado de estas hormonas, a través de hábitos de vida saludables, relaciones sociales satisfactorias y actividades placenteras, es fundamental para promover una sensación de felicidad y bienestar en la vida cotidiana.
¿QUÉ ES EL ESTADO DE ÁNIMO?
El estado de ánimo es la disposición emocional predominante o el tono afectivo general que experimenta una persona en un momento dado. Es un estado subjetivo que influye en la manera en que percibimos y respondemos a nuestro entorno, así como en la calidad de nuestras experiencias cotidianas.
Los estados de ánimo pueden variar en intensidad y duración, y abarcan una amplia gama de emociones, desde la felicidad y la tranquilidad hasta la tristeza o la ansiedad.
El estado de ánimo desempeña un papel crucial en diversos aspectos de la vida cotidiana, no solo influye en la experiencia emocional y la calidad de vida, sino que también desempeña un papel esencial en la salud mental y física a lo largo del tiempo. Influye en la toma de decisiones, la interacción social, la productividad y el bienestar general.
Es importante cultivar un equilibrio emocional y adoptar estrategias para gestionar el estado de ánimo de manera positiva para promover un bienestar integral.
Cómo el estado de ánimo puede afectar la salud mental y física.
El estado de ánimo tiene un impacto significativo en la salud mental y física de una persona.
En cuanto a la salud física, diversos estudios han demostrado que el estado de ánimo puede afectar funciones fisiológicas como el sistema inmunológico, el cardiovascular y el endocrino.
Un estado de ánimo POSITIVO mejora la calidad de las relaciones interpersonales, aumenta la motivación y facilitar el afrontamiento del estrés. Se asocia a menudo con mejores hábitos de vida, como una dieta equilibrada y la participación en actividades físicas, lo que contribuye al bienestar general.
Por otro lado, un estado de ánimo NEGATIVO puede afectar la percepción del entorno, disminuir la concentración y dificultar la ejecución de tareas cotidianas.
En el ámbito mental, un estado de ánimo negativo sostenido puede favorecer al desarrollo de trastornos como la depresión o la ansiedad. Además, puede influir en la calidad del sueño, la capacidad de concentración y la toma de decisiones.
Por otro lado, el estrés crónico asociado a estados de ánimo negativos puede tener efectos adversos en el sistema cardiovascular, respuesta inflamatoria y susceptibilidad mayor a enfermedades.
Factores que influyen:
La comprensión del estado de ánimo implica considerar una variedad de factores que interactúan entre sí. Aquí se detallan algunos factores clave clasificados en categorías:
a. Biológicos:
Influencia de los Neurotransmisores: Serotonina, Dopamina, Noradrenalina: estos neurotransmisores desempeñan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo. Desbalances en sus niveles pueden estar asociados con trastornos del ánimo.
Hormonas y su relación con el Estado de Ánimo: Cortisol: la hormona del estrés puede afectar el estado de ánimo, y altos niveles de cortisol están vinculados a situaciones de estrés crónico.
b. Psicológicos:
Experiencias Pasadas y Traumas: las experiencias traumáticas pueden tener un impacto duradero en el estado de ánimo. La psicoterapia a menudo se centra en abordar eventos pasados para mejorar el bienestar emocional.
Personalidad y Temperamento: las diferencias individuales en la personalidad y el temperamento influyen en cómo las personas manejan el estrés y las situaciones emocionales.
Estrés y Manejo Emocional: el estrés crónico puede afectar negativamente el estado de ánimo. Las habilidades de manejo emocional, como la regulación emocional, pueden mitigar estos efectos.
c. Sociales:
Relaciones Interpersonales: la calidad de las relaciones afectivas, tienen impacto significativo en el estado de ánimo y las conexiones sociales fuertes, pueden proporcionar apoyo emocional positivo.
Entorno Familiar y Social: el ambiente en el hogar y la red social de una persona influyen en su estado de ánimo. El apoyo familiar y social positivo es beneficioso.
Impacto de la Cultura y la Sociedad: las normas culturales y sociales influyen en las expectativas y percepciones que afectan el estado de ánimo. La presión social y las altas expectativas contribuyen al estrés.
Señalar que estos factores no actúan de manera independiente; más bien, interactúan de manera compleja. Las investigaciones continúan explorando nuevas dimensiones y conexiones entre estos factores para obtener una comprensión más completa de la salud mental y el bienestar emocional.
Tipos de Estados de Ánimo:
La variabilidad emocional en la experiencia humana abarca un amplio abanico de estados de ánimo que pueden categorizarse en positivos, negativos y mixtos. Estos estados no solo reflejan nuestras respuestas emocionales a eventos y circunstancias, sino que también influyen en nuestra percepción del mundo y en nuestras interacciones diarias.
a. Estados de Ánimo Positivos:
Felicidad: es un estado de ánimo caracterizado por sentimientos de alegría y bienestar. Puede surgir de experiencias placenteras, logros personales o conexiones significativas. La búsqueda de la felicidad es un objetivo compartido por muchas culturas y se asocia con una mayor satisfacción con la vida.
Gratitud: implica reconocer y apreciar lo positivo en la vida. Practicar la gratitud se ha vinculado a beneficios psicológicos y físicos, ya que fomenta una perspectiva positiva y fortalece las conexiones sociales.
Satisfacción: refleja un estado general de contento y aceptación con la vida. Surge cuando las necesidades y deseos personales se encuentran en equilibrio, contribuyendo a una sensación de realización y bienestar.
b. Estados de Ánimo Negativos:
Tristeza: es una respuesta emocional normal ante pérdidas, decepciones o eventos desafiantes. Experimentar tristeza puede ser una parte integral del proceso de adaptación y permite procesar y superar situaciones difíciles.
Ansiedad: se caracteriza por la preocupación excesiva y la anticipación de eventos futuros negativos. Puede manifestarse física y emocionalmente, afectando el bienestar general y la capacidad para enfrentar desafíos.
Ira: es una respuesta emocional a la percepción de injusticia, amenaza o frustración. Si bien puede ser una respuesta adaptativa en ciertas situaciones, su expresión incontrolada puede tener consecuencias negativas para la salud mental y las relaciones interpersonales.
c. Estados de Ánimo Mixtos:
Ambivalencia Emocional: implica la coexistencia de emociones opuestas o contradictorias. Puede surgir cuando una situación o decisión genera tanto emociones positivas como negativas, creando un estado de ánimo complejo y matizado.
La diversidad de estados de ánimo refleja la riqueza y complejidad de la experiencia humana. Aprender a reconocer y gestionar estos estados es fundamental para el bienestar emocional. La psicología positiva se centra en potenciar estados de ánimo positivos, mientras que los enfoques terapéuticos abordan la gestión saludable de emociones negativas. La comprensión de la ambivalencia emocional también destaca la complejidad de nuestras respuestas emocionales y subraya la importancia de abordar la salud mental de manera integral.
Trastornos del Estado de Ánimo:
a. Depresión: es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una persistente sensación de tristeza, pérdida de interés o placer, cambios en el apetito y el sueño, y baja autoestima. El diagnóstico implica la evaluación de la duración e intensidad de estos síntomas. Los tratamientos pueden incluir psicoterapia, medicamentos antidepresivos y cambios en el estilo de vida.
b. Trastorno Bipolar: se caracteriza por episodios alternados de manía (euforia, aumento de la energía) y depresión. Los ciclos maníacos y depresivos varían en duración e intensidad. Los enfoques terapéuticos incluyen medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, psicoterapia y estrategias de manejo del estrés.
c. Otros Trastornos Relacionados: incluyen trastorno distímico (depresión crónica de menor intensidad), trastorno ciclotímico (cambios cíclicos en el estado de ánimo menos intensos que el trastorno bipolar) y trastorno disruptivo del estado de ánimo, entre otros.
Estrategias para Mejorar el Estado de Ánimo:
a. Estilo de Vida Saludable:
• Dieta y Ejercicio: una dieta balanceada y actividad física regular están vinculadas a la mejora del estado de ánimo al influir en la química cerebral y reducir el estrés.
• Patrones de Sueño: un sueño adecuado es crucial para la salud mental. Mantener rutinas regulares puede mejorar la calidad del sueño.
b. Apoyo Social:
• Importancia de las Relaciones Positivas: las conexiones sociales positivas proporcionan apoyo emocional y ayudan a contrarrestar la soledad, un factor de riesgo para los trastornos del estado de ánimo.
• Redes de Apoyo: fortalecer y ampliar las redes sociales contribuye a la resiliencia emocional.
c. Técnicas de Manejo del Estrés:
• Meditación y Mindfulnes: prácticas que fomentan la atención plena pueden reducir la ansiedad y mejorar el bienestar emocional.
• Terapia Cognitivo-Conductual: esta forma de terapia aborda patrones de pensamiento negativos y promueve comportamientos saludables.
LAS EMOCIONES: UNIVERSALES Y COMUNES
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos las personas cuando percibe un objeto, una persona, un lugar, un suceso o un recuerdo importante. Es aquello que sentimos, cuando percibimos algo o a alguien. Una emoción viene precedida de un pensamiento, y éste de la atención que prestamos.
Son universales y comunes a todas las culturas. Sus manifestaciones también tienen patrones de comportamiento semejantes para todas las personas.
Se puede decir que las emociones tienen 3 funciones principales:
- Función adaptativa: prepara al organismo para la acción siendo esta una de las más importantes. Gracias a esta capacidad podemos actuar eficazmente.
- Función social: expresan nuestro estado de ánimo y facilitan la interacción social para que se pueda predecir el comportamiento. Además de la expresión oral, cobra mucha importancia la comunicación no verbal que se refleja, en muchas ocasiones, de manera inconsciente.
- Función motivacional: existe una relación entre motivación y emoción, ya que ambas se retroalimentan. Cualquier conducta motivada produce una reacción emocional, a la vez que cualquier emoción impulsa la motivación hacia algo. Por ejemplo, si nos sentimos alegres cuando quedamos con otra persona, estaremos más motivados para volver a quedar con ella.
¿Sabías que se ha establecido un listado de 250 emociones? ¿Cuántas conoces o has experimentado?
Cuantas más emociones conozcamos, más fácil será poder identificarlas cuando las manifestemos, así como mejor preparado estaremos para saber qué hacer frente a ellas.
Existen varias clasificaciones de las emociones, atendiendo a diferentes criterios. En general, el más utilizado es el que hace referencia al momento en que se producen por primera vez:
- Emociones básicas, primaria o innatas:
Son aquellas que se presentan desde el momento de nuestro nacimiento. Forman parte de nuestro proceso de adaptación y existen en todos los seres humanos, independientemente de la cultura. Se inician con rapidez y duran unos segundos. Son seis:
la tristeza, el miedo, la alegría, la sorpresa, la ira y el asco.
- Emociones sociales, secundarias o aprendidas:
Surgen como consecuencia de la socialización y del desarrollo de capacidades cognitivas. La mayoría de autores sitúan su aparición en torno a los dos años y medio o tres. Son posteriores a las primarias, es decir, primero surge una emoción básica y a continuación una secundaria. Por ejemplo, el miedo surge primero y posteriormente sentimiento de amenaza, enfado…
Entre ellas podemos destacar algunas como:
Celos, culpa, orgullo, vergüenza, satisfacción, diversión, desprecio…
¿COMO GESTIONAR NUESTRAS EMOCIONES?
Recuerda que las emociones forman parte de nuestro ser y son herramientas fundamentales para nuestra supervivencia. Nos indican qué camino debemos tomar, y aumentan nuestro bienestar. Si las reconoces y las expresas vas a avanzar en mejora tu calidad de vida.
Te dejamos algunos consejos que te serán útiles para gestionar mejor las emociones:
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Para Goleman, precursor del término, es la capacidad de tener conciencia de las propias emociones y sentimientos, reconocerlos y controlarlos, motivarnos para conseguir nuestros objetivos, reconocer las emociones ajenas y saber gestionar las relaciones interpersonales.
La inteligencia emocional es una capacidad que puede entrenarse, y para ello debemos comenzar reconociendo las emociones que manifestamos.
LOS COMPONENTES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos influyen. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos.
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando estamos en un estado psicológico poco equilibrado. Tanto si nos encontramos demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes y melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad. Así pues, lo mejor será esperar unas horas, o día.
El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas, así como en ser conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar y de qué manera podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a otra que nos daña más de lo que nos beneficia.
Por poner un ejemplo, no es raro que nos enfademos con nuestra pareja, pero si fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos arrepentiríamos. En cierto sentido, buena parte de la regulación de las emociones consiste en saber gestionar nuestro foco de atención, de manera que no se vuelva contra nosotros y nos sabotee.
Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer nuestra atención en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
Gracias a la capacidad de motivarnos a nosotros mismos para llegar a las metas que racionalmente sabemos que nos benefician, podemos dejar atrás aquellos obstáculos que solo se fundamentan en la costumbre o el miedo injustificado a lo que puede pasar.
Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección de estas emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no estrictamente lingüísticos (un gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer vínculos más estrechos y duraderos con las personas con que nos relacionamos.
Además, el reconocer las emociones y sentimientos de los demás es el primer paso para comprender e identificarnos con las personas que los expresan. Las personas empáticas son las que, en general, tienen mayores habilidades y competencias relacionadas con la IE.
Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en muchos casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones; una de las claves de la Inteligencia Emocional.
Y es que este tipo de inteligencia está muy relacionado con la Inteligencia Verbal, de manera que, en parte, se solapan entre sí. Esto puede ser debido a que parte del modo en el que experimentamos las emociones está mediado por nuestras relaciones sociales, y por nuestra manera de comprender lo que dicen los demás.
- REMINISCENCIA
- TECNICAS ANTIESTRES
- MEDICINA NATURAL
- EXPOSICIÓN AL FRIO
- DESCANSO ADECUADO
- CONTACTO NATURALEZA
- ¿Sabías que Los recuerdos no se pierden? Nada se olvida, solo se esconde y se almacena muy al fondo de nuestra memoria. En ocasiones, basta un olor para evocar un súbito recuerdo de infancia, por ejemplo, un dato que casi creíamos olvidado. Es algo muy habitual.
- La Reminiscencia es la representación mental de una situación, un hecho u otra cosa que tuvo lugar en el pasado.
- Hacer actividades de reminiscencia produce una estimulación cognitiva y favorece la memoria episódica autobiográfica.
- Es una actividad psíquica universal, necesaria en el envejecimiento
- Tener la capacidad de evocar tiempos vividos es un privilegio y nos es útil para favorecer el funcionamiento de procesos cognitivos, con especial importancia para las personas mayores.
Si quieres más ideas de actividades para trabajar la Reminiscencia:
El manejo del estrés ofrece una variedad de estrategias para ayudarle a sobrellevar mejor los momentos difíciles y la adversidad en tu vida. Controlar el estrés puede ayudarte a llevar una vida más equilibrada y saludable.
El estrés es una respuesta automática física, mental y emocional a un evento dificultoso. Es una parte normal de la vida de todos.
Cuando se utiliza positivamente, el estrés puede conducir al crecimiento, la acción y el cambio.
- ¿Sabías que podrías controlar tus niveles de estrés y ansiedad con técnicas de respiración? Hay evidencias científicas que confirman que el control de la respiración es una técnica muy potente que incide en la atención, la memoria o el control emocional.
- La técnica de respiración 4-7-8, también conocida como “respiración relajante”, consiste en inspirar durante 4 segundos, retener la respiración durante 7 segundos y exhalar durante 8 segundos
- Este patrón de respiración tiene como objetivo reducir la ansiedad o ayudar a las personas a dormir.
- Uno mismo puede aliviar sus momentos de tensión a lo largo del día dedicando unos minutos a relajar su mente y cuerpo.
Enlaces de interés:
Técnicas de autocontrol del estrés
- ¿Sabías que, a través de la alimentación, paseando por la naturaleza o por ejemplo haciendo deporte podemos mejorar nuestro bienestar mental y emocional? Son múltiples las formas naturales de combatir estados de ansiedad y diversas las formas de controlar nuestras emociones.
- La mayoría de las veces que sufrimos problemas de estado mental, la primera opción es optar por tratamiento farmacológico cuando la solución podría estar en nuestras manos.
- Podemos mejorar nuestra salud emocional a través de pequeños hábitos diarios sencillos de seguir.
- Haz ejercicio, come saludablemente, se positivo, exponte al sol, haz actividades en la naturaleza o socializa. Con estos remedios de fácil acceso y realización podemos encontrar una solución saludable a nuestros problemas.
Si quieres conocer más información sobre remedios que nos mejoren nuestra salud mental y emocional: Remedios Naturales
Aunque a la mayoría de nosotros no nos gusta pasar frío y preferimos las duchas bien calientes, lo cierto es que son muchos los estudios que confirman que las duchas heladas fortalecen el sistema inmunológico e incluso nos pueden ayudar a vivir más.
Con el simple hecho de terminar la ducha diaria con 30 segundos de agua fría estaremos contribuyendo a mejorar nuestra salud.
Ayuda a quemar grasas, combate la inflamación, aumentan la longevidad, fortalece el sistema nervioso, regula los niveles de azúcar en sangre, mejora el descanso y reduce el dolor.
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Pasamos casi un tercio de nuestra vida durmiendo, y ese tiempo que le dedicamos es fundamental para nuestro organismo. El sueño nos repone física y mentalmente después del día, restituye nuestra energía y previene de distintas patologías.
Un adecuado descanso, además, favorece el control del peso y protege al corazón, ya que en situaciones de insomnio aumentan en sangre hormonas relacionadas con el estrés (adrenalina y cortisol) que aumentan la tensión arterial y la frecuencia cardíaca.
Al relajarse nuestro cuerpo y disminuir la actividad del organismo, el sistema circulatorio trabaja menos porque la presión arterial ha disminuido y se necesita menos esfuerzo para bombear la sangre.
Enlace de interés:
La naturaleza no sólo significa ver paisajes verdes, animales, plantas, ríos, lagos, playas, deltas, etc., sino que también aporta una gran cantidad de beneficios sobre la salud de las personas. Varios estudios indican y demuestran que hacer actividades como pasear por un espacio verde, hacer ejercicio en la naturaleza o senderismo ayudan a reducir el riesgo de sufrir asma, alergias, diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc. Sobre todo, ayudan a mejorar el sistema inmune de los hombres y las mujeres y también hace mejorar la salud mental y la expectativa de vida.
Según la OMS, los espacios verdes son un recurso indispensable para poder tener una buena salud en estas zonas urbanas. Dado que la naturaleza puede influir en muchos aspectos de nuestra vida, tanto el ámbito físico como el psicológico. Queda claro, pues, que no podemos concebir un estilo de vida sin dar prioridad al contacto con la naturaleza.
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Decálogo con los beneficios de estar en contacto con la naturaleza
ENLACES DE INTERÉS
En este nuevo estudio llevado a cabo por la Fundación ONCE, se pretende ahondar, desde un enfoque específico y monográfico, en el impacto emocional que conlleva vivir con una enfermedad crónica, considerando los distintos problemas, dificultades y sentimientos que pueden aparecer con motivo de la enfermedad.